Entre la ingente oferta de editores de vídeo disponibles, Wondershare Video Editor se presenta como un programa amigable, muy fácil de usar y que permite obtener resultados notables con muy poco esfuerzo. Orientado hacia el mercado de consumo, es perfecto para editar los videos caseros que grabamos con cualquier dispositivo a nuestro alcance, desde una cámara a nuestro smartphone. Hemos probado el programa durante unos días y estas son nuestras impresiones.
Lo primero que llama la atención de Wondershare Video Editor es su interfaz, mucho más sencilla de lo habitual en este tipo de programas. Para suavizar la curva de aprendizaje los desarrolladores incorporan solo las opciones que necesitamos en cada pantalla y se utilizan iconos fácilmente reconocibles para cada función. Comenzar a trabajar es tan sencillo como elegir los archivos a editar y pulsar el botón Importar.
El panel principal se divide en tres zonas claramente diferenciadas: el panel de efectos, un reproductor para ver los cambios en tiempo real y la imprescindible línea de tiempo de cualquier software de edición, en formato simplificado y con un manejo basado en arrastrar y soltar elementos sobre ella. La edición está basada en incorporar elementos sobre esta línea, editarlos y personalizarlos a nuestro gusto y pulsar el botón Grabar para exportar el resultado al formato que queramos.
Wondershare Video Editor incluye herramientas básicas para recortar, girar, ajustar velocidad rápida o lenta; herramientas de audio para ajustar el volumen y una sencilla pero efectiva batería de efectos con cortinillas, imágenes de entrada o salida y más de 30 trancisiones, suficientes para enriquecer esas grabaciones caseras de forma fácil, divertida y sin complicarnos demasiado. De nuevo, el programa muestra su filosofía doméstica y no intenta competir con alternativas más profesionales, ofreciendo una experiencia de uso amigable para cualquier perfil de usuario.
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